3.500 personas han marchado de forma pacífica este sábado en el primer desfile del Orgullo Gay de Chipre, pidiendo más igualdad de derechos en un país con una brutal oposición de la Iglesia Ortodoxa.
De hecho, unas 200 personas, entre las que se encontraban algunos clérigos, hicieron una contramanifestación para criticar la celebración de este desfile y para recordar que la homosexualidad es «una enfermedad y un pecado mortal». Además, han afirmado que si Chipre acepta a los gays, el país se convertirá en una «isla de salvajes».
En todo caso, hay que decir que la marcha del Orgullo ha sido un éxito rotundo, siendo una de las más multitudinarias que se recuerdan en el país en los últimos años, y superando incluso las que se produjeron a raíz de los problemas económicos de 2013.
Vía | EuropaPress
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