Hace unos días os contábamos que en Colorado un pastelero se había negado a hacer una tarta de boda para una pareja homosexual. Ya entonces hubo cierto debate en el post sobre si estamos llevando al extremo o no esto de la discriminación. Pues bien, un juez ha dicho al pastelero que, a pesar de sus creencias religiosas, debe hacer tartas a las parejas homosexuales. Pero él no se ha quedado conforme y ya ha respondido.
Dice Jack Phillips, el pastelero denunciado, que prefiere ir a la cárcel antes que preparar tartas para bodas homosexuales. Y es que, de momento, el juez tan sólo ha lanzado una advertencia, diciendo que si persiste en su actitud, podría enfrentarse a multas.
El pastelero explica que, dado sus creencias religiosas, no quiere participar de ningún modo en un enlace gay, y eso incluye sus tartas. El hombre va un paso más allá, y afirma que si realmente se le obliga a hacer algo que no quiere, se plantearía incluso cerrar la pastelería. «Soy pastelero porque me gusta lo que hago, y porque creo que es lo que Dios me ha encomendado. No pienso renunciar a mis creencias».
Vía | HuffingtonPost