Ayer por la noche unos amigos me llevaron al cine. Para mi sorpresa, la película alemana que me llevaron a ver tenia cierto toque lésbico.
Cuatro minutos narra la historia de una anciana pianista que da clases de piano en una cárcel para mujeres. Allí conoce a Jenny, una asesina muy conflictiva, con un pasado atroz, que tiene un don para la música a la que presentará a un concurso de piano.
El toque lésbico lo pone la profesora de piano, quien tuvo una amante durante el nazismo.
La película es oscura y torturada, y la mayor parte del tiempo no consigue emocionarte, sobre todo porque, cuando acaba, seguimos sabiendo bien poco acerca de los personajes. En mi opinión, no despierta ninguna empatía.