Hace algo mas de un año cerraba sus puertas Exodus, una ONG cristiana que se dedicaba a curar la homosexualidad. Para quienes no lo sepan, intentar curar la homosexualidad es como curar que no te gusten las pasas. El caso es que tras la disculpa del presidente Alan Chambers, nos llega del resto de su equipo.
Se reconocen como fundadores, líderes y promotores de un programa para crear ex-homosexuales. Son conocedores del daño emocional y espiritual que han causado, especialmente, en la juventud LGBT. Estaban convencidos de que había algo moralmente erróneo y que psicológicamente los homosexuales estaban «rotos». Ahora parecen darse cuenta de que no.