Se acaban de celebrar elecciones en Estados Unidos. Unas que no se presentaban precisamente cómodas para la Administración del Presidente Barack Obama. La larga espera en la recuperación del empleo, sobre todo en determinados estados del país, habían elevado una ola de protesta en forma de movimiento populista, el ‘Tea Party’, sin objetivos realmente claros, pero aglutinador de las frustraciones de un cierto sector de la población norteamerica, no demasiado ilustrada pero con ganas de que algo o alguien los representara.
Al final, al mucho ruido de los ‘teteros’ les han acompañado pocas nueces. Dos senadores y dos congresistas distan, a Dios gracias, de ser una victoria grande del profascista movimiento. Sin embargo, como era de esperar, de las dos Cámaras del Capitolio de Washington DC, los Republicanos han logrado el control del Congreso, mientras que el Partido del Presidente, el Demócrata, seguirá con mayoría en el Senado. Para los que buscaban en esta derrota a medias el final precipitado de la era Obama, decir que salvo en dos ocasiones, durante la primera legislatura de Franklin Delano Roosevelt y la primera de George W. Bush, los presidentes no consiguieron convencer a los ciudadanos en sólo dos años, perdiendo sus respectivos partidos la mayoría de las Cámaras durante sus presidencias.
Sin embargo, los Republicanos no han visto ni de lejos una victoria aplastante en todo el país. California les ha dado un bofetón con la mano abierta al partido de los Bush, Reagan y Sarah Palin, haciendo ganar con holgura el Gobierno del Estado al veteranísimo Jerry Brown, explícito defensor de los derechos civiles de los gays en el Estado, que sucederá a Arnold Schwarzenegger, acompañado de un aliado aún más progayer si cabe, el hasta ahora Alcalde de San Francisco, Gavin Newsom. [Leer más…] acerca deBravo, California