Casi todas las ciudades grandes que se precien tienen su ‘Gayborhood’ –barrio gay- pero los hay que destacan sobre todos los demás.
Por decirlo de alguna manera, el Gayxample de Barcelona es muy mono, moderno y ‘fashion’, pero le falta algo.
El Gayxample lo tiene casi todo: manadas de gays viviendo en sus fantásticos pisos de principio de siglo; tiendas de todo tipo en las que te venden infinidad de artilugios con la bandera gay –o la de los osos o la trans-; discotecas, restaurantes…. Pero en cierto sentido, hay demasiada compostura, el Gayxample necesita más libertad, algo que sí que tiene Chueca.