Los avances en el conocimiento de la cadena de ADN abren las puertas a millones de posibilidades que la ciencia tenía hasta ahora vedadas. Lo que pueda pasar a partir de ahora, nos proporcionará muchas satisfacciones, sobre todo en cuanto a aplicaciones en medicina, curación de enfermedades hasta hoy incurables o tratamiento por mutación o supresión o qué sé yo, que de ciencia sé sólo lo que he leído en Nature, Science o Muy interesante, o lo que un amigo físico, que me desvela de vez en cuando lo que pasa cuando una nebulosa brilla así o cuando un satélite gira asá.
Entre las cosas que se van confirmando, por si hacía falta corregir a los despistados, que son legión y en ocasiones arman como mínimo, una penosa bulla, es que la homosexualidad se lleva en los genes y que adquirirla, como sostienen algunos, sería como nacer con los ojos negros como escarabajos, y por adopción, mimetismo o lo que cuadre al sabio punto de vista de los meabragas de siempre, que se nos tornasen verdes como jades con el paso del tiempo. La homosexualidad es como el color de ojos, por tanto, viene perfectamente incrustada en el código genético. O sea, que viene por herencia.
Y en esta noche de Halloween, de mascaradas y destapes, disfraces y segundas personalidades, me arriesgo a hacer una pregunta que me quema en las falanges. ¿De quién hemos heredado ser homosexuales? [Leer más…] acerca dePapá, ¿puedo hacerte una pregunta?