Cuesta mucho reponerse de la masacre que se produjo hace unos meses en el local gay Pulse de Orlando. Allí, recordamos, un terrorista se llevó la vida de 49 personas en el que fue el mayor ataque que sufre Estados Unidos desde el 11-S.
Las víctimas y familiares han dado ahora un paso legal intentando buscar culpables a lo que ocurrió. Y lo han encontrado en las redes sociales, ya que consideran que sin el soporte de las grandes redes, la expansión del Estado Islámico no sería posible.