La familia real británica son una gran fuente de escándalos. Esta vez le ha tocado, de nuevo, a la princesa Eugenia, hija del príncipe Andrés y de Sarah Ferguson, que ha sido fotografiada durante unas vacaciones en la isla de Phuket, en Tailandia.
En las imágenes publicadas por ‘The Sun’, la princesa, que lleva un biquini con la bandera de Estados Unidos, se está bañándo y dejándose tocar los pechos por una amiga.
Todo pueden ser simples juegos de adolescentes en plena fiesta o podría tratarse de una presunta homosexualidad de la nieta de Isabel II. ¿Os imagináis cómo caería en palacio que finalmente fuese esta segunda opción? Me encantaría ver la cara de descomposición de la soberana ante una posible salida del armario de alguno de los miembros de su realísima familia.
En cualquier caso, el siglo XXI va demandando ya la existencia de realeza homosexual, que por estadística alguno debe de haber por ahí que lo lleva bien escondido…
Vía | ABC