Tyler Wilson se hizo famoso hace unos meses por su situación con sus compañeros de colegio. A sus 11 años de edad, en lugar de decidirse por el fútbol americano como la mayoría de sus compañeros, Tyler decidió que quería unirse al equipo de animadoras, aprender sus coreografías y animar al resto de chicos en los partidos, teniendo que aguantar las burlas de muchos compañeros.
Pero la cosa fue a más; un día, después del colegio, los jugadores de fútbol del equipo rival le asaltaron en la calle y recibió una paliza que le rompió un brazo. Todos los noticieros del país se hicieron eco (no porque le dieran la paliza, sino porque la había recibido al querer ser animadora, sensacionalismo al poder), y Tyler, lejos de darse por vencido, siguió adelante con su sueño de convertirse en cheerleader.