Querido Eulogio López, te elogio a pesar de lo que puedas pensar.
Te elogio por decir lo que piensas, haciendo creer que haces y deshaces a tu antojo, cuando en realidad no es así. Te elogio por ser indudablemente corto de miras y por demostrar que tu inteligencia, educación y respeto están a la altura de la mismísima mierda, esa de la que hablas en tu inapropiado artículo de ese periódico homófobo que diriges. En él citas lo siguiente: «La aberración no es el matrimonio homosexual sino la homosexualidad. Lo antinatural, es que un señor le meta a otro el pene por el recto, y lo extraiga pringado de caquita«.
Y yo me pregunto, ¿a quién coño le importa donde metemos la entrepierna?. A usted parece importarle, por el contrario no entendiendo tu obsesión con lo fálico… Hágame el favor, no piense tanto en ello, su mente se va a pervertir y Dios sabrá como puede usted terminar. El que anda con fuego se quema… así que aléjese, no vaya a ser que termine gustándole.
¿Grandísima cochinada, dice? La única cochinada es leerle y saber que en cualquier momento puede usted sacar por su boquita otra majestuosa cagada como las que estamos habituados a escuchar.
Le deseo mucha mierda.