Desde que he sabido que Teresa de Calcuta perdió la fe durante cincuenta años, admiro mucho más a esta mujer, porque no entregó su vida a los más desfavorecidos por «mandato divino», sino porque fue eso lo que ella realmente quería hacer. Le dió un sentido a su vida y sirvió de inspiración y fue fuente de respeto para todos, creamos en lo que creamos, o no creamos en nada de nada.
Alguien dijo una vez que la inspiración viene con nombres y apellidos y estoy de acuerdo con ello. Un paisaje dramático, por ejemplo, puede resultarnos una experiencia sublime y trasladarnos a no sé dónde espiritualmente, pero la inspiración que proviene de las acciones de otra persona, ya sea esta un activista social, nuestra madre, o un compañero del trabajo, son las que tienen verdadera capacidad de hacer temblar nuestras conciencias y darle un nuevo rumbo a nuestras vidas.
Quienes me conocen un poco, saben que Dan es un pseudónimo. Algunos de los que me conocen un poco más, también saben que no fue un nombre escogido al azar. Tan sólo unos pocos han sabido que Dan fue esa inspiración que marcó, seguro que para siempre, el resto de mi existencia. [Leer más…] acerca deDan