Tennessee Williams es, probablemente, el más influyente dramaturgo norteamericano del siglo XX. También novelista y guionista, sin embargo el escritor sureño destacó sobre todo por su labor teatral. Ganador virtual de todos los premios dramáticos posibles por sus obras, dejó un legado impresionante que comprende piezas imprescindibles de la escena, como ‘El zoo de cristal’, ‘Un tranvía llamado deseo’, ‘Verano y humo’, ‘La rosa tatuada’, ‘De repente el último verano’, ‘Dulce pájaro de juventud’ o ‘La noche de la iguana’.
Sudor, muerte, avaricia, el Gran Sur, deseo, belleza, sexo. Los leit motiv comunes a toda su obra resultaron ser tan estimulantes para el gran público, que sus numerosas adaptaciones a la televisión o el cine se convirtieron en una necesidad y una referencia que popularizó aún más su ya notablemente conocida obra. No obstante, la mentalidad industrial y social de la época hizo que en muchas ocasiones el tamiz de la censura empañase en parte sus traslaciones a la pantalla.
Aún así, por el peso de los directores que se pusieron tras la cámara y los actores que obraron delante de ella, la calidad de los films que llevaban el sello de su nombre, han pasado en muchas ocasiones a obras mayúsculas del arte del celuloide. Una de ellas, la que os traigo esta semana vía Gay Cinema, ‘La gata sobre el tejado de zinc’. [Leer más…] acerca deGay Cinema: ‘La gata sobre el tejado de zinc’