Se avecina tormenta para los responsables de unas Bodegas en Mérida. Tormenta en forma de críticas de homofobia que ya me veo venir.
Y es que las Bodegas Santa Marina, a 8 kilómetros de Mérida, decidió suspender la celebración de una boda al enterarse que la pareja que se casaba era gay. La boda contaba con 250 invitados, una cifra nada despreciable y que, desde el punto de vista empresarial y económico, podría haber reportado grandes beneficios a la Bodega.
Según informa El Periódico de Extremadura, desde el restaurante no han querido valorar este asunto, pero desde la Fundación Triángulo denuncian que el motivo de la cancelación es que sea una boda entre dos hombres. Triste. Muy triste. Por no hablar del disgusto de la pareja…
Vía | El Periódico de Extremadura (Gracias a Sara por el aviso)
Foto | Bodegas Santa Marina