… como de metro ochenta, labios gruesos y espalda, hombros y biceps de jugador de fútbol americano. El culo blanco, redondo y firme, como el más delicioso pan de campo, manos grandes, dedos largos, cuello denso de tendones, tobillos fuertes, nariz recta, cabello duro y ojos azules como el mar con el Sol a nada de ponerse sobre la línea del Horizonte.
Lo quisiera de voz suave pero con quiebros en el susurro que acentuasen su masculinidad, apasionado, divertido, simpático, amante de mimar cuando fuese conveniente, capaz de alegrar un mal día con una vuelta de tuerca inesperada. Optimista, reflexivo, entregado, dialogante, sabio en los consejos, prudente ante nuestras dudas, presente en los momentos perfectos, ausente por un rato cuando la necesidad de disfrutar de mi espacio a solas se hiciese necesario.
Me gustaría que fuera amigo y amante perdurable, y fiel, enemigo integral de las relaciones abiertas, que no me incomodase en lo más mínimo porque en un descuido lo pillé mirando de reojo, el culo delirante de otro. Que fuese el perfecto edredón de la cama, cálido, silencioso en las noches, dulce en las mañanas de vainilla y abrazos recién horneados. [Leer más…] acerca deQuisiera un robot perfecto…