Que Rafael Nadal es un Caballero, lo ha demostrado dentro y fuera de la pista. Tras colocarse como número 1 del Mundo, tuvo un bajón anímico, al parecer debido a conflictos familiares, que supo escudar en un ligero bajón físico. Estando arriba o estando en dique seco, su actitud siempre ha estado muy lejos de la que tristemente caracteriza a tantos deportistas de élite que creen estar por encima del bien y del mal por jugar con el culo y haber parado de contar ceros en su cuenta corriente.
No soy yo el único que siente un gran cariño por el balear, aparte de un extraordinario respeto. De luchador a luchador, sé lo que conseguir metas, cuesta. Pero juro que no osaría lanzarme a la pista, con Rafa sudado y descamisado tan un intenso juego, para darle un abrazo y un beso al campeón.
Otro sin embargo, sí lo hizo. Su espontáneo gesto y la reacción del tenista, la tenéis después del salto. [Leer más…] acerca deBesando a Nadal