Después de una larga y algo tediosa, a excepción de los últimos episodios, de la duodécima temporada de Anatomía de Grey llegamos a su Season Finale con una agridulce sensación, por un lado recordaréis que Penny Blake y Callie Torres rompieron su relación tras el juicio por la custodia de Sophia, por lo que no hay nada que se interponga entre Callie y Arizona y por otro, la triste confirmación del adiós de Sara Ramirez a Anatomía de Grey tras 10 temporadas, mucho tiene que hacer Shonda Rimes en 40 minutos para ofrecernos un final feliz a nosotras, que somos #teamCalzona. Contiene spoilers.
Anatomía de Grey s12e24
Pero no, tristemente el episodio no está centrado en Callie Torres y en Arizona Robbins y una inminente e improbable reconciliación, de hecho las únicas escenas que comparten son un tierno momento que en otra ocasión habría sido motivo de alegría: Arizona acude a casa de Callie y renuncia a su custodia completa en favor de criar a su adorada hija entre las dos que se cierra con un entrañable abrazo. La tormenta entre estas dos ha cesado y sólo se están demostrando un gran respeto y aprecio mutuo, que sería en otro mundo paralelo unos grandes cimientos para iniciar una relación, que va al limbo, al limbo de las lesbianas muertas o desaparecidas en combate en las series de TV.
El episodio se centra en la súbita boda entre Amelia y Hunt y como tema subyacente el amor de tu vida, así en negrita. Y es que muchos de nuestros cirujanos opinan que éste solo llega una vez en la vida, y como a la mayoría de ellos ya les ha llegado, pues se dedican a vagar por el mundo operando a pacientes. El único con un ápice de esperanza es Hunt, que tras lo de Yang parece que ha encontrado en la perdida Amelia un nuevo hogar para su corazón, hay que ver qué bonitos son estos dos, que de puro devastados que están han conseguido recomponerse juntos con algo que espero de verdad funcione. Shonda, no seas mala que el corazón de una persona también tiene límite de rotura, como el resto de materiales. Riggs y Meredith se ponen ojitos, lo que nos hace intuir que quizás las viudísima tenga otra oportunidad para sanar su maltrecho corazón, si bien Pierce también parece que bebe los vientos por el australiano.
En otro orden de cosas, se abre una nueva brecha argumental: el terrible pasado de Jo Wilson y el malentendido que se produce cuando DeLuca le acompaña a casa dado su lamentable estado y se da el típico malentendido que se salda con la aparición de Karev en el momento más oportuno.
Para acabar bien la temporada, dos de finales felices: April acaba dando a luz de urgencia en su casa con la ayuda del outsider Ben Warren, que consigue salvar la vida de madre e hijo gracias a su pericia como cirujano y de paso también su matrimonio, consiguiendo que Miranda Bailey vuelva a confiar en él.
Desde aquí hacemos un llamamiento a Shonda para que suelte la gallina y retenga a Sara Ramirez whatever it takes.
En Ambiente G | Anatomía de Grey s12e23 – At Last
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