
Tras una semana de parón, ya estamos de vuelta con una nueva entrega de Anatomía de Grey, esta vez con el sexto episodio de la duodécima temporada. Os pongo en antecedentes, día uno de la médico más odiada desde Joshep Mengele en el Grey Sloan Memorial Hospital, la residente Penny Blake, la medio novia de Callie Torres y culpable – según las mentes de Meredith Grey y Amelia Sheperd – de la muerte de Derek. Esto promete. Contiene spoilers.
El episodio comienza con un caso de esos imposibles que sólo puedes resolver si sales en House o Anatomía de Grey. Ha llegado un niño desde Jordania de la mano de un nuevo y atractivo médico que huele a fijo en la serie, pero ya hablaremos más adelante de él. De momento, solo diremos que cuenta con un enemigo en el centro hospitalario, el doctor Hunt. El niño tiene las manos que parecen esponjas de lufa, terriblemente deformadas por tumores. Ante eso lo normal sería amputar. Pero cuando alguien tan vital, impulsivo y luchador como April Kepner cree en ti, no hay nada imposible. Y es que las mejores virtudes de April son también sus peores defectos. Le ha costado a Avery darse cuenta de esta conclusión y aunque haya papeles de divorcio de por medio, no descartemos reconciliación. Lo dicho, lo que en cualquier otro sitio sería imposible, con el talento de Avery y la inestimable ayuda de nuestra doctora superCallieTorresfragilisticoalidosa, se convierte en posible y realidad. Manos reconstruídas.
Hay que reconocerlo, es difícil ser Penelope Blake. Estás aprendiendo en un hospital lleno de tiburones que no te van a pasar ni una y ni siquiera puedes contar con tu chica, que ante tamaña tesitura ha decidido ser más neutral que Suiza. No importa que seas una profesional prometedora en proceso de aprendizaje, no hay margen de error. Esto es mobbing y lo demás son tonterías. Afortunadamente, alguien pone un poco de cordura y tras un caso infernal, tanto Callie como Webber toman cartas en el asunto y parece que la existencia de Penny tornará algo más tolerable en próximos capítulos.
Y esto ha sido todo por hoy en el Grey Sloan Memorial Hospital. Nos quedamos con las intrigas de la rencilla oculta entre Hunt y el amigo médico de April, el bonito desarrollo de la relación paternofilial entre Maggie y Richard Webber, y posibles tramas amorosas, como la evolución de la relación de las parejas Avery-Kepner y Penny-Callie, por cierto, la aparición de Arizona ha sido totalmente testimonial en este episodio. Y una apuesta de servidora…huelo a lío entre Alex Karev y la viudísima.
En Ambiente G | Anatomía de Grey s12e05 – Guess Who’s coming to dinner
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