¿Os acordáis de la viudísima Meredith Grey volviendo a montar en bici conocer señores, concretamente Will, ese guapo y amable cirujano militar? Pues en este nuevo episodio de Anatomía de Grey veremos que quizá no esté preparada, aunque haga esfuerzos sobrehumanos para sobreponerse a la muerte de Derek. También veremos el avance de la relación de varios adjuntos, como DeLuca o Penny Blake con sus respectivas parejas, y es que las cosas no son tan bonitas bajo las sábanas del Grey Sloan Memorial Hospital y quizás ya falte menos para que los caminos de Callie Torres y Arizona Robbins vuelvan a cruzarse. Contiene spoilers.
Anatomía de Grey s12e16 – When It Hurts So Bad
¿Cuando véis un perro mestizo mezcla de un pastor alemán con un chihuahua nunca os preguntáis cómo y porqué la naturaleza ha sido tan caprichosa? Pues lo mismo ha sucedido hoy en el episodio de Anatomía mientras una pareja de tamaño enormemente dispar intentaban intimar. Callie Torres intenta solucionar el dislocamiento de la cadera de la chica a las bravas y la cosa se complica. Normalmente Callie suele ser un portento pero esta vez no, porque algo le atormenta. Concretamente su novia, la residente Penny Blake le ha dicho que le quiere y ella…
– Te quiero.
– Gracias
Si, ese horrible momento. Para colmo, Sofía ha acudido al hospital por un golpe y Penny la ha tratado, incomodando tanto a Callie que acaba mintiéndole y para colmo, involucra a Arizona en su mentira, haciendo crecer la bola. Todo parece indicar que aunque el sexo sea maravilloso, Callie y Penny no están en el mismo momento. No nos engañemos, no vemos fuegos artificiales y magia cuando las vemos juntas. Tras una charla con Bailey, parece que la traumatóloga recapacita, pero hay que intuir en sus ojos que quizás Penny no sea la mujer con la que se ve dentro de 20 años, cuando Sofía marque un gol en la final de un mundial.
Lo de Meredith es de loca del coño de primera. Tras varias citas con Will, acaban acostándose juntos y en plena faena empieza a gritar como si la estuviera acosando. Esto obviamente alerta a todos sus colegas y compañeros de piso, que echan al cirujano de casa. Meredith está sufriendo una especie de shock postraumático – hay que ver lo bien que diagnostico yo – y su salida es la limpieza. Todo le recuerda a su amado Derek, y es que pasar página es tan complicado. Afortunadamente, Will es un encanto y decide esperar porque la Grey merece la pena.
Mientras tanto, las relaciones amorosas siguen resquebrajándose en el hospital: DeLuca se agobia de que la relación adjunto – residente se lleve a cabo en todos los ámbitos de la relación con Maggie y acaba dejándola, Amelia también corta con Hunt tras verle borracho como una cuba – recordemos que Amelia es alcohólica, por lo que cada día sobria cuenta – y Jackson y April…pobres, esta pareja está maldita con el espíritu de Antonio Resines en Los Serrano: cada vez que avanzan hacia el entendimiento, algún obstáculo se les cruza en su camino, esta vez la madre de Avery.
Ya sólo restan 3 capítulos para concluir la duodécima temporada de Anatomía de Grey, por lo que esperamos encarecidamente que Shonda Rimes se ponga las pilas y anime el final de esta soporífera campaña.
En Ambiente G | Anatomía de Grey s12e15 – I am not waiting anymore
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