Thomas Beatie, el primer hombre embarazado, asistirá esta noche al programa ‘¿Dónde estás corazón?‘ de Antena 3. Se pondrá delante de Jaime Cantizano para hablar de su experiencia, que ya todos conocemos gracias a las múltiples entrevistas, a sus memorias y a la alta rentabilización que le está sacando al hecho de ser un hombre transexual embarazado, ya por dos veces.
Tengo curiosidad sobre cómo se portarán María Patiño y el resto de leones, que tantas veces sacan las garras contra los invitados. Claro que imaginando la cantidad que el programa le habrá pagado a Beatie por la entrevista, dudo mucho que le critiquen por toda la pasta que se está embolsando con el tema.
Supongo que esta noche veremos una imagen similar a esta, de cuando fue entrevistado por Oprah.
La verdad es que tonto ha sido con no venir a España antes, que aquí le pagamos las entrevistas hasta a chorizos de la talla de Luis Roldán o Julián Muñoz.
Si con un niño viene siempre un pan debajo del brazo, los de Thomas Beatie y esposa vienen con toda una cadena de obradores.
Vía | ¿Dónde estás corazón?
Hufff este personaje me cae peor por momentos, no se va a cansar de hacer caja?
Me resulta contradictorio lo que hace este señor… o señora. ¡No, no se revolucionen, que no me he vuelto del PP? Pero digo yo una cosa; si antes era una mujer, pero su cerebro se correspondía con el de un hombre: pues olé sus hue… por someterse al tratamiento. Pero lo que debió saber es que un hombre no puede concebir niños… si eres un hombre, debes aceptarte con tus limitaciones y, entre ellas está el de no poder dar a luz. Otra cosa hubiera sido que se quedara encint@ (es un hombre embarazad@, no sé qué poner) mientras era mujer, y que se sometiera al tratamiento tras haber dado a luz. Pero lo que menos entiendo es que quisiera quedarse encint@ a mitad de su tratamiento, cuando ya estaba más cerca de ser un hombre que una mujer. Este individuo me causa muy poca confianza pues a kilómetros se ve que lo que busca es el dinero, y todo atiende a un plan premeditado. Creo que está haciendo un flaco favor al colectivo LGTB en general, y al Trans en particular, pues, aunque no sea así, da la sensación de no saber qué quiere ni qué hace, y se ha convertido en un personaje público siendo un elemento de referencia para el que no sepa qué es un transexual. La gente creerá que los trans juegan con su cuerpo de la misma forma que un niñ@ juega con muñecas… y no es así.