Tras la vuelta de El Ministerio del Tiempo a nuestras pantallas el lunes pasado, nos quedamos atónitas con la desaparición de Julián de manera temporal(?) y el avance nos anticipó la llegada de un nuevo personaje para añadir a la terna pareja protagonista: el policía de la España Postfranquista de los 80 Pacino, interpretado por Hugo Silva. Además, Irene Larra retorna al Ministerio tras su traición bajo la premisa de recuperar la confianza de todos. No os perdáis el capítulo, que Irene Larra es como la Barbie lesbiana. Este recap de El Ministerio del Tiempo e10 Contiene spoilers, si sigues leyendo será bajo tu responsabilidad y sabiendo que no vas a retroceder en el tiempo para olvidar todo lo que leas.
El Ministerio del Tiempo e10 – Tiempo de gloria
El episodio comienza con un flashback de los 80, en el que el policía outsider Pacino está haciendo una redada cuando recibe un aviso de violencia doméstica. Como parece que se ha escapado de Arma Letal – no obstante su apodo se debe a su parecido con el personaje de Pacino en Serpico -, va solo y se encuentra con que el asesino huye por el armario. Sin pensarlo dos veces, le sigue y se adentra sin saberlo en una puerta temporal.
A más de uno nos ha pasado esto en el metro… #MdT10 pic.twitter.com/aTJpxtXFDb
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En la siguiente escena nos encontramos con Irene Larra, a regañadientes en el despacho de Ernesto, y es que aunque Larra ha prometido ser buena, la realidad es que su situación es bastante tirante con su jefe, que duda a la hora de dejarla operar sola.
A su oficina les llega el caso de un policía hortera que había desaparecido en los 80 tras asesinar a una mujer, pero no les interesa el suceso en sí, sino que el tipo ha aparecido en 2016 con el mismo aspecto que en su época. Obviamente, un viaje en el tiempo. Le hacen pasar y lo interrogan, descubriendo que no solo no es el asesino sino que todo es fruto de un malentendido y Pacino intentaba salvar a la mujer. Demasiado tarde, ya está embarcado en el proyecto.
Para Pacino es inconcebible dejar pasar el misterio del asesino sin intervenir, porque además no es la primera vez que lo hace: al parecer, el individuo se dedica a asesinar madres solteras o separadas en esa misma casa en presencia de sus hijos, para posteriormente huir a través del armario, dejándolos huérfanos. Su propio padre, también policía, presenció ese hecho y quedó traumatizado por ello.
No hace falta ser muy listo para ver que el patrón se debe a algún trauma de la infancia. Como buen outsider, Pacino decide realizar su propia vendetta y acude al origen de todo el mal: el asesinato de su padre a manos de su padre. Si es capaz de evitar la muerte, el asesino no tendrá motivos para matar a tantas mujeres y colateralmente, evitará la locura de su padre.
Mientras tanto, en el Ministerio están decididos a detener a Pacino porque ya saben que cualquier modificación en el pasado puede traer consecuencias imprevisibles al presente así que inician el dispositivo, y qué mejor manera de iniciarlo todo que disfrazar a Irene Larra de policía, disparando el bollotermómetro español de forma irrefrenable. Qué nos gusta a las bolleras un uniforme, ¿eh?
Pero Pacino se sale con la suya y solventa el problema de raíz. Sorprendentemente, su acción apenas tiene consecuencias en el presente.
El episodio termina con Irene Larra embutida en un vestido rojo y una horda de lesbianas lanzando alaridos en sus casas reuniéndose con la misteriosa agente de la presidencia, encarnada por Mar Saura, en una escena en la que se oyeron mas «que se besen, que se besen» que en una boda. Pero no, no se besan. Sin embargo parece que Larra le tiene el gusto cogido a la traición.
Y aquí termina El ministerio del tiempo e10. Podéis quedaros mirando el GIF de Cayetaner alert hasta la semana que viene.
CAYETANER ALERT. Y lo que viene… #MdT10 pic.twitter.com/16b1RkWSxS
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