Gotham era una de las mayores apuestas de esta temporada. Todo apuntaba a que la serie iba a ser la bomba… hasta que pasamos del piloto. En menos de cuatro episodios el bajón de interés de la trama ha sido exponencial, al menos para mi. Hasta límites insospechados. Claro que, algo parecido me pasó con Agents of S.H.I.E.L.D. el año pasado y luego pegó el petardazo y esta segunda temporada está siendo muy pero que muy guay.
Pero al tema. Gotham había introducido una trama lésbica que ha explotado en el capítulo de esta semana. Barbara le confiesa a Jim que tuvo un relación con Montoya. Gordon no demostraba mucho sentimiento. Ni bien ni mal, ni pa ti ni pa mi. Se quedaba ahí con su cara de O.C. mirando y poco más. Pero Barbara, muy cuca ella, negaba más dramas en esta relación. Esto dará para algún chantaje emocional de Montoya a Barbara. O quién sabe si, después de la discusión premarital de Jim y Barbara, no volverá esta a los brazos de la agente.
Otra que se ha decidido a probar la bollería fina es Fish Mooney. La mafiosa que quiere hacerse con el puesto de Don Carmine Falcone tiene una forma muy peculiar de hacer los castings para las cantantes (y más cosas) de su club. No sólo las hace cantar, también conquistarla. Y mientras que la primera no acaba de pasar la prueba, la segunda aspirante le clava un muerdo que la deja haciendo ventosa en la silla.
El personaje de Fish Mooney queda espectacularmente sobreactuado gracias a Jada Pinkett Smith, mujer de Will Smith. La verdad es que la serie, hasta esta semana, sólo se salvaba por la trama de Oswald Cobblepot, pero esta semana, ni aún por esas. Hasta el parón de Navidad le doy de tiempo para reconquistarme.
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