Todo el mundo está hablando de Black Mirror y de San Junipero. El cuarto episodio de la tercera temporada de la serie Black Mirror, ahora en Netflix, está siendo de los más comentados en las redes sociales. No sólo por el guión de la serie. También por la espectacular dirección artísitica. Y, por supuesto, por esa prácticamente perfecta banda sonora. Pero San Junipero tiene algo más que nos ha llamado la atención. Tras el salto lo analizamos. Ojo, hay spoilers, no sigas leyendo si no has visto este capítulo.
San Junipero
San Junipero es, básicamente, une terapia de nostalgia para personas mayores. En diferentes residencias, ancianos y ancianas, se conectan al sistema virtual en el que, una vez por semana, reviven la era dorada de los 80, de los 90 y de los 00. Así es como, de casualidad, Yorkie conoce a Kelly, en una animada noche de 1987. Yorkie no tiene el look espectacularmente elaborado de otros de los habituales del Tucker’s y eso fascina a Kelly.
La historia de amor entre la descarada Kelly y la tímida Yorkie se va desarrollando al ritmo de The Bangles, -Kylie Minogue o INXS. Según avanza el episodio descubrimos más de este pequeño universo. Por un lado que Yorkie ha acabado en una cama, conectada a San Junipero, tras una accidente. Una adolescente Yorkie sale del armario ante sus padres. Tras una acalorada discusión, Yorkie tiene un accidente de tráfico. Lo vemos reflejado ante su negativa a jugar a Top Speed.
Kelly no parece tener problemas ni remordimientos con vivir una sexualidad libre al final de sus días. Así es como finalmente ella es la que se acaba casando con Yorkie para poder solicitar la eutanasia de su amada y que pueda quedarse en San Junipero para siempre y ser feliz.
El capítulo plantea por un lado el tema de la eutanasia, sin meterse mucho en debates. Eso da pie al segundo debate sobre qué hay detrás de la muerte. Kelly se enfrenta a dos caminos. Por un lado el religioso, tiene la opción de morir y enfrentarse a lo que habrá al otro lado. Con la esperanza de volver a ver a su hija y a su marido. Por otro lado, tiene la vida eterna, en un paraíso de los 80, junto a la mujer que ama.
Gugu Mbatha-Raw está simplemente perfecta en el papel de Kelly. Es una especie de Lisa Turtle de Salvados por la Campana. Un tipo de mujer que hemos visto hasta la saciedad en series norteamericanas. Por su parte, Mackenzie Davis plasma el otro tipo de adolescente de los 80.
Todo esto, además, con ¿final feliz? Por un lado la historia de amor acaba en boda. En un futuro las bodas entre mujeres son algo común. Y así es como Kelly puede firmar por la eutanasia de Yorkie. Las dos acaban para siempre en un limbo virtual. Esto además da paso al pensamiento de que no hay nada tras la muerte. Sólo podemos agarrarnos a la esperanza de otra vida en un plano virtual. Vamos, que el cielo es un lugar en la tierra.
Netflix | Black Mirror
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A mí, me gustó el episodio y me hizo pensar en estos GRANDES temas que pocas veces se ven tratados en pantalla…además, Mackenzie Davis está absolutamente deliciosa en su papel…