Junio es el mes del Arco Iris, y a San Francisco se apunta todo el mundo. A medida que se va acercando el día del Big Pride, multitud de gentes de otros lados del país y turistas hacen la ciudad aún más cosmopolita, ¡y más cara!
Ante esto, puedes optar por dos cosas: O quedarte en la Ciudad y disfrutar/sufrir de la fiesta, o agarrar los bártulos y perderte en cualquier punto de la extensa California, si no más allá.
Y justo esto último es lo que hice el año pasado. Un amigo y yo hicimos las maletas, y bajando la 101, enfilamos autopista hacia el Sur, dando con nuestras cansadas posaderas (seis horas en coche no son pocas precisamente) en la hermosa Santa Barbara.
Santa Barbara es una mis ciudades favoritas de California, quizás la que más junto a San Francisco. Igual de cara, pero mucho más pequeña y con mejor clima (es conocida como la Riviera americana por su clima cercano al mediterraneo). También se dice de ella que tiene el más hermoso downtown de todos los Estados Unidos. Esto último no lo puedo asegurar, aunque no lo negaría jamás a poco que insistieran.
Con una arquitectura que conserva un perfecto estilo colonial español, con muros de piedra y adobe encalados y tejados de teja roja, la Ciudad mantiene un encanto tan característico, que si paseamos por su arteria principal, State Street, hasta la playa, la sensación es la de estar enmedio de un muy distinguido parque temático. Lo cierto es que cada vez que voy, me entran ganas de no irme y es que apetece volver una y otra vez por cualquier razón por la que quieras apostar.
El caso es que, como os decía, estuve allí en Junio pasado durante el fin de semana del Orgullo Gay, encontrándome con una celebración distinta pero igual de alegre, colorista, y aún más participativa si cabe, porque en ella están gentes de todas las edades y sexos. Es la celebración del Solsticio de Verano, que es uno de los eventos populares más importantes de la Ciudad.
Fue una sorpresa genial por ese lado, pero también, porque puedo asegurar que jamás en mi vida he visto a tanto «tío» bueno junto. Y es que al hecho de poseer una de las Universidades más exclusivas del país, con lo cual, y siendo una ciudad pequeña, eso significa muuuuuucha gente joven y guapa, es una parada obligada para los surferos, el clima invita a cuidarse y a «destaparse» y recordemos además, que ya estamos en el Sur de California, donde al contrario que en San Francisco, la gente se preocupa mucho más de su aspecto físico.
Por otro lado, el californiano del Sur es simpático y cercano. Eso invita al contacto y al diálogo, y de ahí cualquier cosa puede pasar… y pasó, ejem. Pero eso ya es otra historia.
Disculpame pero…. podias contar tu historia?? jaja parece ke te fuiste ha hacer las americas…
SEÑORES LECTORES DE DOSMANZANAS….!!!! EXIGIMOS UN REPORTAJE A LOS EDITORES DEL PORTAL!!!
¿Como lo haces para darnos siempre tanta envidia? tiene pinta de ser lo que vas a hacer este año.
En cuanto se entere Carlos, se apunta.
Me adhiero a lo que dice sonia. Que capacidad para ponernos los dientes largos!;)
@ Jordi. Se dice que se pecó pero no el pecado! Me lo pasé teta, eso sí.
@ Sonia y Persephone: Es que tenéis que venir, joder, que estoy comprobando que no soy yo sólo el que está loquito por California. Venga, os preparáis un viaje y hacemos un recorrido de norte a sur: Mendocino, Napa, San Francisco, Santa Cruz, Carmel, Monterey, Santa Barbara, Los Angeles, Palm Springs y San Diego… os suena bien? Id ahorrando!!!
¿ahorrar? para todo eso directamente atraco un par de bancos que no sé si con uno llegará. 😉
Mujer, yo creo que haciendo dedo y a base de sandwiches :S
Estoy invitado¿? xD
Jajajaja, Carlitos se apunta a lo que sea. Fiesta, fiesta!