Hace años me decía no sé quién, que en la vida habían cuatro grandes placeres terrenales, a saber, comer, follar, dormir y uno último demasiado escatológico para el primer párrafo de una entrada ciertamente indolora. Sin poner uno de ellos por encima del otro y así a bote pronto, sin pensarlo, estuve y estoy de acuerdo con él.
Vamos a eludir el último de los grandes placeres y centrémonos en los otros tres en orden inverso al escrito. Dormir se puede dormir solito, entre tres o cuatro almohadas sobre cama King Size, a ser posible, con el despertador desenchufado y la noche templada. Eso, como los tres anteriores, aparte de una necesidad, es un tremendo gustazo. Claro que dormir se puede ir a dormir uno acompañado, después, antes o en el descansillo de un polvo memorable, y aquí está el segundo de los deleites y uno de los temas imprescindibles, como bien merece, de nuestro blog.
Pero a uno le entra hambre después de amar y no es conveniente irse a la cama con el estómago vacío (ni tampoco demasiado lleno o adiós a los dos placeres anteriores), así que hay que comer. Y unas veces nos llevamos a la boca cualquier mierdita, otras nos curramos unos tentenpiés y un vinillo de acompañamiento y otras veces nos permitimos un lujo, miramos el listado de los mejores restaurantes y nos homenajeamos mientras compartimos cena con quien nos hace feliz, y aquí quiero llegar. La cocina se ha convertido en un arte en los últimos años y si de arte hablamos, tenemos que hablar de artistas, que son en este caso los chefs. Y a ellos, pero no a cualquiera de ellos, sino a los que nos enamoran con sus platos y sus caras, va dedicada esta entrada, que así, tal como empieza, puede parecer poco gay, pero veamos si con un poquito de esfuerzo nos deleitamos sacándole el jugo que más nos conviene.
Seguro que os ponen muchas cosas, pero algo común a todos, es ponernos perracos con un tío bueno salteando rodeado de fogones. Será por esa conexión entre la comida y el sexo, que con ambas cosas nos llenamos la boca o por lo afrodisíaco de muchos ingredientes o por aquello del Tantra del Amor o por lo que os seduzca, pero el caso es un machazo nos pone mientras espolvorea con finas hierbas la cazuela.
Los chefs antes no salían de la cocina. Hoy son estrellas de la tele, y los sigue tu madre y los sigues tú. Y los hay de presencia simpática y hay auténticas perlas mediáticas que como las estrellas del cine y de la música, han llegado en parte a lo más alto (aparte de por su sabiduría culinaria), por su carita que apetece ser ‘catada’ entre plato y plato en unos cuantos casos que no son ni todos los que os pongo ni están todos los que son, pero ahí os van como entrante de fin de semana.
Tabla de contenidos
Eric Ripert
E iniciamos el mini recorrido aleatorio con Eric Ripert. Famoso por su abundante cabellera plateada, de él se rumoreó por un tiempo que era gay… pero no cayó esa breva. Nacido en Antibes, este francés de 45 años ganador de tres estrellas Michelin se trasladó hace años a Nueva York, donde abrió su multipremiado restaurante ‘Le Bernardin‘. A partir de entonces se ha convertido en una estrella mediática, apareciendo en numerosos shows de la televisión estadounidense como ‘Great Chefs’ y ‘Top Chef’, aparte de ser autor, cómo no, de numerosos libros de cocina.
Clay Conley
Clay Conley está para comérselo. Es tan mono con esos hoyitos en la cara y esa barriguita de ‘todo lo que veo por delante y me gusta me lo llevo a la boca’, que se lo llevaba uno a piola, de copas o a mimarlo a la cama, si nos dejase su mujercita… lástima. Nacido, amamantado y crecido como chef en Florida, hizo las delicias para los paladares de los clientes del ‘Azul’ en el prestigioso Hotel Mandarin Oriental de Miami. Si le queréis ver cómo trastea entre cacerolas y cucharas de madera, le hacéis una visita a su recién abierto restaurante en Palm Beach, Florida, el ‘Buccan‘, o le véis disfrutando de lo que más le gusta hacer en este vídeo.
Barton Seaver
Barton Seaver no sólo está muy bueno, sino que es todo un ejemplo a seguir. Viviendo como vivimos en tiempos de compromiso. Su cocina se basa en el equilibrio con la naturaleza, ¿cómo?, eligiendo con cuidado los ingredientes extraídos del océano que cada temporada abundan más, evitando con ello, aunque sea desde sí mismo, la sobre explotación de los recursos naturales del mar, algo de lo que se habla más bien poco. Considerado ‘Chef of the Year’ por la revista ‘Enquire’ en 2009, este norteamericano, que tuvo algunas de sus primeras experiencias en la cocina en España y Marruecos, ha recibido el respaldo de National Geographic por su actitud en favor de la Naturaleza.
Tyler Florence
Tyler Florence es otro bellezón con barriguita, pero una barriguita siempre está bien puesta si la cara nos pone tibios y lo que cocina, aún más. Nacido en South Carolina, se fue a por más intensas experiencias en Nueva York y San Francisco, en cuya Bahía ha abierto junto a su esposa, diferentes negocios dedicados a la restauración, entre los que recomiendo el accesible, cálido y amigable ‘Wayfare Tavern‘ en el Distrito Financiero de San Francisco. Allí, os tomáis un cóctel o pedís la mejor cena de entre su selecto menú y de paso, echáis un vistazo a cómo se desenvuelve el chaval entre los fogones de su cocina abierta. Estrella mediática, podéis seguirle si queréis a través de ‘Tyler’s Ultimate‘ su canal particular en ‘Food Network’, o echarle un vistazo en este vídeo.
Sam Talbot
Siciliano-norteamericano casado con una estilista alternativa colombiana, Sam Talbot se hizo popular en tierras gringas por ser finalista de de la Segunda Temporada de ‘Top Chef’. Aunque quedó tercero de esta especie de Gran Hermano de los cocinitas. Diabético e incansable, el joven Talbot se ha movido de restaurante a restaurante de la Gran Manzana hasta acabar posando el culo, más o menos y de momento con el refrescante ‘The Surf Lodge‘ en Montauk, Nueva York, como su propio nombre indica, fresco y surfero, es lugar para parada y fonda y para estrechar la mano de Sam, cómo no.
Curtis Stone
Para el final de esta corta lista he querido dejar a Stone, Curtis Stone. No había mejor postre que este australiano de discreta vida privada que fue elegido en el 2006 por la revista ‘People’, el hombre vivo más sexy, junto a George Clooney y Brad Pitt. Apodado por su seguidores como el ‘Terminator tranquilo’, y no me preguntéis por qué motivo, este oriundo de Melbourne se ha paseado por medio mundo en la persecución del grial del perfecto chef, hasta terminar por posar el culo en el prestigioso ‘Restaurant 301‘ situado en la pequeña ciudad de Eureka, al norte de California. Sus numerosas apariciones televisivas han hecho de él un rostro deseado, tanto como los platos que salen de sus manos, y más o menos así es como se pone a hacerlos a diario.
Feliz finde a todos.
Buenisimo post… ¿para cuando la versión femenina? 😀
Venga, me pongo a ello 😉
Pues que quieres que te diga, la verdad es que, por lo menos para mi, los Chef, no me ponen ni un poquito. No me imagino entrar en una cocina a que me arranquen la ropa y me lancen sobre los fogones donde humean las sartenes y cuecen las lentejas para tener sexo entre el humo y la grasa. Además supongo que tendía un olor a fritanga después de estar ocho horas guisando pelín desagradable, vamos, que no le encuentro nada de atractivo a el tema, pero bueno, parafilas las tenemos todos. Otra cosa sería jugar con la comida y terminar en la encimera chorreando de salsa y con las «patas a el techo».
Y me permito apuntar a unos cuantos cocineros españoles que tienen su «puntito»:
Mario Sandoval, Paco Roncero, Martín Berasategui, Enrique Dacosta, o David Muñóz.
Yo tb voto por una versión femenina 🙂
Uno de los mejores comienzos de una velada es cuando te cocinan algo y zascandileas alrededor mientras lo hace…
para gustos colores supongo… a mi en la lista me falta Bruno oteiza ( a qkien le gusten las barbitas y eso), por lo demás tampoco me siento atraido x el tema
yo que trabajo en una cocina, si que veo sexy a un hombre cocinar pero un ambiente mas casero, aunque la vestimenta tambien tiene su punto, por que en una cocina de restaurante, como bien han dicho antes, con ese olor a fritanga, guisos… y la grasa en el ambiente…
ohhhh me ha faltado mi Jamie Oliver!!!!
Con la temporada que parecía protagonista estrella del canal huevo!
¿Al último tio, si vas a su restaurante te aparece así al querer felicitar al chef? xD
jaja, créeme que no pero mejor para todos eh XD
Tienes razón!! Lo siento 🙁
¿Y qué hay de Gordon Ramsay?
Ahí has demostrado tener buen paladar, chaval. Sé que no es plato de todos los gustos (más por su carácter tempestivo que por otra cosa, imagino) y por eso no lo incluí, pero personalmente es quien más morbo me da 😉