Las primeras pajas se recuerdan siempre con mucho cariño. No se puede negar. Es cuando estás medio descubriendo como funcionas. Tu cuerpo, tus mecanismos, tus ritmos.
Y como en mi época de empezarme a salir pelo en el pubis, que aún existía la EGB, no había ni Zero ni internet, pues tenías que buscar los referentes visuales excitantes dónde podías. Y claro, Canal +, además de codificado, era porno hetero. Y cuando el hambre aprieta te buscas la vida.
Comprar porno no entraba en mis posibles, así que empecé a investigar las revistas heterofemeninas que mis amigas tenían. La Nuevo Vale era excesivamente vulgar y tenía historias muy dramáticas. La Superpop me gustaba más por sus contenidos musicales que por las fotos de los New Kids On The Block.Así que la revista más cool, la más chic y con las mejores fotos era la Ragazza.
La Ragazza tenía todas las cosas que yo quería ser, que yo quería para mi. Tenía unas mininoticias breves al principio. Tenía publicidad genial de Diesel y de Desigual. Tenía apasionantes reportajes de moda accesible (que gran descubrimiento las superposiciones de camisetas!). Tenía ese horóscopo tan imprescindible para sobrevivir el resto del mes. Entrevistas a las Spice Girls. y tenía fotos de cachondos.
Aún recuerdo la foto de Stephen Dorf con ese pecho peludo. Desafiante, en blanco y negro, con unos vaqueros en los que no podía fijarme porque ese pelo distraía toda mi atención. Ay Stephen… porque nuestra relación no prosperó? Yo que te hubiera presentado a mis padres en las siguientes Navidades!
Me vienen a la mente más nombre como Jeremy Jordan, Markus, Luke Perry, Christian Slater o Mario López antes de muscularse tanto. Y claro, sus instanáeas a pecho descubierto quedaban grabadas a fuego en mi retina. Igual eso me hizo más miope. Y luego de vuelta a casa fantaseaba con encuentros casuales entre ellos. Ay, cuanta imaginación teníamos que desarrollar en esa época!
Ahora los jóvenes gays tienen acceso a escenas en el Emule que a mi jamás se me hubieran ocurrido. Y sus amigas mariliendres se leen la Cosmo casi con 12 años. Y claro la Cosmo es más de alto standing y no hay tíos descamisados.
Así que hoy, al leer que cierra la Ragazza se me ha hecho un nudo en el corazón. Al recordar todas aquellas pajuelillas adolescentes me ha entrado mucha morriña. Y es que la crisis afecta hasta a nuestras pajas.
Vía | Todocotilleo
Jajajaja Me ha encantado, tia!!
A mí con nueve años mi madre me compró la Nuevo Vale porque salían No Doubt, y con su consultorio aprendí cómo realizar correctamente una felación.
Grandes momentos.
PD: Por cierto, tenemos que volver a leer la Cuore juntas, que era algo muy mariquita y entrañable a la vez.
– Naxo, la Cuore a mi es que no me gusta nada, qué quieres que te diga. Lo importante no es leer como hacer felaciones… es hacerlas!