A las estadísticas cabe darles el valor que tienen y el margen de error que sin duda todas ellas, por definición, contienen. Pero resulta interesante pararse en ellas cuando llaman nuestra atención. Y creo que esta lo hace.
El caso es que la Universidad de Indiana y la Universidad George Mason de Virginia, mediante una encuesta realizada a cerca de 25,000 hombres que se definieron como gays o bisexuales, comprobó como el sexo anal no es ni mucho menos la práctica sexual más común de estos.
Esto no quiere decir que esto no se de, que se da, obviamente, pero según las conclusiones, sólo el 37,2% confesó haber mantenido sexo anal en su última actividad sexual.
¿Qué disfrutaron más las parejas entonces en la cama? El sexo oral, entendiéndose este no sólo como el contacto buco genital, o vaya, mamadas, como prefiráis, sino, muy importante, los besos. El 72,7% le practicó sexo oral a su pareja o viceversa, y casi dos puntos por encima, con el 74,5% reinó el beso.
De todo esto se puede deducir que en gran medida en el sexo impera la ternura y el extraordinario morbo del beso y todo el placer que una boca hambrienta de entregar y recibir amor dan de sí en la cama.
La masturbación mutua no quedó tampoco el mal lugar, rozando el 70% y alrededor del 40% declaró que la última vez que practicó sexo, fue con su pareja habitual o alguien con quien salían regularmente.
De la estadística podrían destacarse dos datos importantes, según el estudio. Una, que en el sexo gay, la seguridad es tomada muy en serio cuando se trata de disfrutar entre sábanas, llegando a prescindir con mayoritaria frecuencia de la penetración anal. Por otro lado, cae el mito que relaciona el sexo entre hombres con el sexo anal entre ellos. Todo es relativo, sí, pero según estos, parece que nada como la boca para hacernos mutuamente muy felices. Estoy convencido de que la ternura, además, tiene mucho que ver con ello.
Vía I Advocate
Muy interesante. Pero a este tipo de encuestas realizada por universidades estadounidenses le doy el el crédito necesario. Y es que el morbo con el que nos desenvolvemos los latinos es muy diferente al de los anglosajones. Allá por ejemplo existen terapias para adictos al sexo, aquí ese diágnostico no te lo aplican, y si nos mola el sexo, somos unos cachondos mas no unos enfermos.
Somos muchos más falocráticos y no solo nos quedamos en el francés o en el griego. Quizá con una pareja llegamos solo a los juegos bucales al existir un margen de confianza, pero con un follamigo o ligue, ya me diréis como os sentís, si acaso no hay penetración, independientemente si nos gusta dar o recibir o ambas.
Según mi particular opinión, estoy de acuerdo con el estudio (creo que es certero) pero no con las conclusiones que has sacado, Dan.
Yo creo que el sexo anal no es tan practicado sencilla y llanamente porque requiere de una «preparación previa» (dilatación del ano, que éste no es una vagina la cual está predispuesta físicamente a ser penetrada) a la par que dado que es el orificio de salida de excrementos puede resultar desagradable si no se sabe con certeza que uno está «limpio por dentro» (y practicarse una lavativa cada vez que intuyes que te van a penetrar, horas antes de salir de marcha/ligue, como que no es común).
Si sumamos que los gays tenemos más relaciones ocasionales con desconocidos, muchos prefieren no llegar al sexo anal con esta clase de parejas esporádicas. Porque igual no te importa que con tu pareja estable se manche el preservativo un poco… pero con los ligues es mejor no correr riesgos (que esas situaciones, que creo todo gay ha experimentado, no son nada agradables).
Por supuesto, esto que cuento es desde mi experiencia, que logicamente estará sesgada, lo cual tampoco quiero sentar cátedra con lo que digo. Pero creo que concluir con un nexo entre el romanticismo y el defecto de sexo anal es pecar ligeramente de «bien-pensado».
Me hubiera gustado saber los resultados de la encuesta SOLO para los casos donde se tiene pareja estable. Ahí posiblemente el sexo anal subiría en %.
La ignorancia se cura preguntando y me he quedado con una duda importante. ¿Los hombres homosexuales se practican lavativas cada vez que van a recibir sexo anal? Es decir no digo que sea el 100%, pero como tu lo planteas parece que es un número importante … lo cual lleva a otras cuestiones como tu has dicho que me cuadra mucho más entonces lo que plantea las estadísticas. Si uno tiene que tener tanta «preparación previa» excepto que vayas en plan cena romántica que sabes que acabará en la cama … es un coñazo.
No, la cuestión es que NO es un número importante (o al menos eso creo yo)… es una minoría, pero por eso mismo no se práctica tanto sexo anal.
Este tema daría para páginas y páginas de escritos y opiniones, y te encuentras desde gente no le importa que puedan ocurrir esos «problemas» (manchar el condón) y otros que les resulta repulsivo.
(Bueno, no lo he dicho antes, pero pido disculpas si el vocabulario que uso es demasiado directo y ofende. Espero que no.)
Bueno, a lo que voy. Por contarte anécdotas, estos temas ya los discutimos en un foro gay, y un chaval contaba que le parecería asqueroso que le pasara eso, a lo que otro le respondió: «Si esperas follarte un culo y no mancharte de mierda, entonces mejor fóllate tarros de mermelada de fresa». Son gajes del oficio, como diría aquel, pero no son agradables. Curiosamente otra respuesta fue de un chaval con pareja estable contando que le había pasado repetidas veces, que era normal, pero que dado que había complicidad y amor, no había ningún problema. Otro en cambio respondió que, como pasivo, siempre se hacía lavativas antes de ser penetrado (parecía tener temor a que le ocurriera)… y otro le respondió a éste último que eso era una barbaridad, que se iba a destrozar la flora intestinal de tantas lavativas.
Lo que está claro es que el sexo anal no es tán «rápido» como el sexo vaginal. Lo cual me recuerda que una amiga, hablando de estos temas, no consideraba que hubiera «sexo real» a menos que hubiera penetración… y mira que le expliqué que eran dos cosas distintas, pero en el mundo hetero, si no hay penetración, parece que no es «completo» el acto sexual… pero en el mundo gay es distinto.
+1 Comparto mucho tu opinión, el sexo anal esta muy sobrevalorado para la realidad que se vive en su práctica.
Estos resultados no revelan nada nuevo bajo mi punto de vista, en el sentido de que la sexualidad es un concepto muy amplio y abarca desde miradas, caricias a cualquier tipo de actividad, que no tiene porque culminar en la practica anal. Por otro lado, a mí no me parece generalizable porque lo que les ocurre a esos 25000 hombres no tiene por qué ocurrirle a otros 25000, pudiendo estos últimos llevar a cabo otro tipo de prácticas más comúnmente. El caso es que todo lo que se haga para ahondar más en el tema y ofrecer más información, si se hace bien, sea bienvenido.
._. Esto de la caca le quita todo el morbo al asunto.
¡Me ha encantado el video! ¡que despertar mas bonito!
Y yo que pensaba que era un vicho raro… nunca me interesó demasiado tener sexo anal
Entonces en la película Brokeback Mountain, cuando Ennis Del Mar y Jack Twist tienen la primera relación pasional en la tienda de campaña, ¿quiere decir que previamente Jack Twist ya se había hecho una lavativa?.
ES FICCIÓN
dios mio, que ganas de escribir que tienes… esto no es ni por asomo cientifico! como que la ultima relacion sexual? que pasa que la vida sexual de las personas se basa en su ultima relacion? y si ese dia uno le iba mal el recto? que pasa? que ponemos cuatro numeros y ya nos creeemos dueños de la certeza? en fin… mi mujer y yo no salimos del asombro cuando leemos articulos de esta indole.
P.D.: no recuerdo quien dijo que en asuntos de cama nunca jamas nadie sabra que ocurre ni tan siquiera entre las piernas de su mujer.
Creo que depende de la persona con la que estés; hay tipos a los que sencillamente querés cogertelos, a otros por el contrario querés sentirlos de otra manera. He tenido parejas a las que les va el sexo anal y otras, por el contrario, que prefieren las mamadas y las masturbación mutua; también depende de las representaciones que se tienen sobre el sexo, la verdad, la verdad, la verdad… a muchos gays no es que nos obsesione el sexo anal en sí mismo, sino la sensación de control y dominio que se siente penetrando a otro, es como si te sintieras más fuerte (son fantasías) y hay parejas que quieren que te sintás así o que solo desean a hombres que se ponen en esa posición de dominadores. Por otra parte, en las relaciones que más compenetrado me he sentido son en aquellas donde el sexo anal no es lo relevante, sino lo que se tiene en común, el placer de estar juntos, besarse, tocar el sexo de tu pareja, que tu pareja toque tu sexo… en fin. Es mi experiencia y solo vale como eso.
Estoy de acuerdo. Hace cuatro años que tengo un «golpe fijo» (lease que no es mi pareja, si no alguien con quien me veo más o menos regularmente) y la verdad que el porcentaje de sexo anal que hemos tenido es muy bajo.
Perdonad mi ignorancia, pero entonces no entiendo dónde queda esa «necesidad imperiosa» de penetración. Igual es que vivo redeada de hombres hetero que sólo piensan en «meterla todo el tiempo» o eso dicen o eso piensan o eso de dime de qué presumes, en fin. Entonces, ¿es sólo un estereotipo? o quizá es que hay sexo más allá de la penetración….hasta el momento mi conversación con hombres sobre estas cuestiones quedaba todo resuelto para ellos en la penetración como principio y fin último de la relación sexual.
Lógicamente para mí la relación sexual es mucho más compleja que todo esto que acabo de poner en líneas. Aún así actualmente no conozco a ningún chico gay con el que hablar de estos temas sin que me mire raro. Y mis amigas hetero por supuesto que no se prodigan en hablar de este tipo de cosas y mi círculo bollo tampoco con lo que.. estoy como véis tratando de indagar…
Yo creo que efectivamente es un estereotipo. En mi opinión esa (como tu la llamas) «necesidad imperiosa» de penetración sesga las relaciones sexuales, pues hace que los hombres se centren sólo en una parte (y además en una parte que generalmente dura poco) de la relación sexual y no disfruten todo lo que va antes y después… Personalmente, no en todas (más bien en muy pocas) de las relaciones sexuales que he tenido ha habido penetración, pero he disfrutado cada una de ellas. La penetración no me parece imprescindible, e incluso sobrevalorada (lo cual no quiere decir que no tenga valor). Si esta necesidad imperiosa de la penetración es una característica común de los heterosexuales… que mal por ellos, ¿eh?