Didier Jambart es un empleado del ministerio de justicia francés de 47 años y padre de dos niños que está enfermo de Parkinson.
Didier ha puesto una demanda y ha pedido daños por un valor de 400.000€ por los efectos secundarios de la medicación contra el Parkinson, de los que dice que no fue informado.
Dicha medicación le ha provocado que se convierta en un jugador y en un ladrón, además de ocasionarle unas irrefrenables y compulsivas urgencias homosexuales.
Los médicos afirman que Didier sufría un desorden agonista de la dopamina, por lo que le cambiaron la medicación y todos los ‘efectos secundarios’ desaparecieron.
Por lo visto, las urgencias sexuales y la ludopatía se dan en un 15% de los que toman estos medicamentos, y se han descrito casos similares en Gran Bretaña, Estados Unidos y Canadá.
Didier estuvo a punto de suicidarse, perdió 130.000 euros jugando e invitaba a su casa a los gays que conocía por internet.
Curioso, muy curioso.
Vía | Pinknews
Coño, este se llevó el pack completo.